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El futuro de la impresión industrial, cada vez más demandado y realizado a medida.

Las aceleradas transformaciones del mundo laboral imponen también a los sistemas de impresión empresariales un cambio. Pero la impresión del futuro puede ofrecer grandes oportunidades.

En el sector industrial la impresión, especialmente aquella relacionada con la documentación del producto, es un auténtico “sistema”, compuesto por procedimientos, software y dispositivos. Un sistema transversal, tanto en lo que respecta a las funciones corporativas (diseñadores, desarrolladores, marketing, divisiones de ventas y servicios, administración) como porque implica al mundo fuera del perímetro corporativo (proveedores/clientes, tecnología, infraestructura).

Sin embargo, la gestión de toda la cadena de información, y en particular de los procesos de impresión, es un activo al que las propias empresas no siempre prestan la debida atención. A la inversa, comprender los aspectos económicos de la optimización del flujo de trabajo y de todos los aspectos de la impresión de contenidos puede ser muy valioso y convertirse en un elemento más de esa ventaja competitiva cada vez más indispensable en una era dominada por la velocidad, la digitalización y la globalización.

El estado de salud del mundo Printing

El sector de la impresión industrial ha sufrido más que otros las contracciones de los últimos años, empezando por los bloqueos impuestos a muchas empresas por la pandemia. No obstante, según diversos informes basados en previsiones de conocedores del sector (como los de The Smithers, ASSOIT y drupa, que incluyen a todo el mundo de la impresión, desde proveedores de servicios corporativos hasta fabricantes de envases), la salud de la industria a nivel mundial es buena, y la inversión y la confianza se fijan en 2023 como el año de la recuperación definitiva. Por supuesto, no faltan las especificidades regionales (hoy en día, la guerra en Europa es un fenómeno a tener en cuenta en términos de oferta, costes y estrategias a medio y largo plazo), pero los principales indicadores económicos apuntan a un futuro prometedor. Al escenario ya claramente orientado hacia la fluidez (de entornos de trabajo, dispositivos y acceso, estrategias y gestión de datos), los últimos acontecimientos no han hecho sino acelerarlo, imponiendo una transformación en dirección "inteligente" también a los procesos de impresión.

Las perspectivas del futuro de la impresión industrial

El ala bajo la que se encapsulan las innovaciones y perspectivas del sector es el Printing 4.0, que determina las normas y las mejores prácticas adoptando algunos de los conceptos fundadores de la Industria 4.0: en particular, la integración entre el mundo de los datos y el del documento electrónico e impreso, mediante la redefinición de los sistemas de impresión como puntos de contacto digitales. En este sentido, el citado informe de Smithers prevé un crecimiento del trabajo para los PSP (Print-Service Providers), llamados a prestar servicios cada vez más a medida, con volúmenes bajos y peticiones frecuentes, flujos de trabajo caracterizados por la automatización, personalización según formatos y objetivos diferenciados, trabajos de impresión ejecutados a través de muchos más dispositivos, especialmente móviles, e interoperabilidad entre plantas y sistemas de gestión, con menores costes operativos. Con salidas personalizadas y numéricamente inferiores, la calidad marcará la diferencia en mayor medida: del concepto de "edición limitada" al de verdadera "obra", los productos adquirirán más valor, se imprimirán, por ejemplo, en papel más valioso o respetuoso con el medio ambiente y, paradójicamente, avanzarán hacia el estatus de "unicum" artesanal gracias a la digitalización.

Gracias a la digitalización y la comunicación en línea, las propias solicitudes también contendrán información sobre el proceso optimizada en función del tiempo, el coste y la ubicación. Esta evolución se verá facilitada por el crecimiento de dos elementos, el aprendizaje automático y la impresión en la nube, y la interacción entre ambos. La impresión en la nube es una realidad desde hace varios años y ya se conocen sus ventajas, mientras que el aprendizaje automático, cada vez más integrado en los dispositivos cliente y PSP, llevará a que sean las propias máquinas las que sepan qué incluir en un documento y qué aspecto debe tener: básicamente avanzaremos hacia soluciones predictivas, con aumentos deseables también en la eficiencia de los propios sistemas.

Seguridad y medio ambiente

Otra frontera, estrechamente relacionada con el tema de la IO y, por tanto, con la gestión "distribuida" de contenidos y flujos de trabajo, es la de la ciberseguridad, un ámbito para el que se espera que los presupuestos crezcan sustancialmente (no solo por los requisitos de impresión). De la mano de la seguridad informática, el futuro de la impresión se orientará cada vez más hacia la ecosostenibilidad, en términos de energía, materiales y prácticas contra los residuos.

El equilibrio entre la impresión ágil y bajo demanda, la automatización y la sostenibilidad es precisamente la frontera en la que STAR7 está invirtiendo muchos recursos. Las especificidades de cada cliente son la estrella que guía la definición de las soluciones más adecuadas, y el asesoramiento de los profesionales de STAR7, no sólo en el ámbito de la impresión sino a 360 grados, gracias a Integrale7, puede acompañar a cada empresa en la toma de las mejores decisiones estratégicas, técnicas y logísticas.

¿Una unión posible entre metaverso e impresión?

Hablar de futuro significa hablar también de web3. Sobre metaverso, que aún está lejos de manifestarse como se ha imaginado, estamos seguros de una cosa: no se puede realizar la impresión tangible de un documento. Sin embargo, el "nuevo mundo" puede encerrar muchas posibilidades para la industria gráfica, sobre todo puede convertirse en un entorno que hay que aprovechar para desarrollar y optimizar las fases de preproducción, quizás haciéndolas más ágiles, desde la gestión de la información, pasando por la creación de procesos más ágiles e integrados, hasta la propia preparación de los activos: diseño, simulación, puesta en común, personalización. Además, los documentos, informes y manuales no serán de papel, sino que podrán enriquecerse con contenidos interactivos y aumentados (audio, NFT...), con verdaderas capas de información cuya apariencia adoptará la forma más adaptada al usuario, al uso, a los objetivos. También hay quien especula con que la realidad paralela del metaverso, al menos durante un tiempo, dará la posibilidad de crear y difundir contenidos que podrían incurrir en censura a este lado de la pantalla: una perspectiva que quizá no concierne estrictamente a la impresión industrial, pero que sin duda es una buena noticia para la circulación de la información.

No habrá un futuro sin impresión

Los escenarios del futuro próximo son alentadores para la industria gráfica, siempre que sepamos leer a tiempo las transformaciones que se están produciendo en el mundo laboral, tecnológico y social. La automatización y el aprendizaje automático aportarán grandes beneficios, como ya está ocurriendo: como sostiene Daniel Susskind en un reciente ensayo (A World without Work, 2022), la temida invasión de las máquinas, que podría erosionar progresivamente los puestos de trabajo, es una perspectiva que en realidad también debería traer consigo nuevas tareas para los seres humanos a través de lo que él denomina la "fuerza complementaria", es decir, la implicación de nuevas competencias profesionales capaces de interpretar y aplicar las nuevas exigencias del mercado laboral. Incluido el sector de la impresión industrial, por ejemplo en ámbitos como la seguridad de la información o la necesidad de procesos y tecnologías cada vez más ecológicos.